El ámbar, en la Antigüedad, a menudo estaba vinculado a Apolo y era famoso por su poder para calentar el corazón y transmitir energía solar. Se creía que un collar de ámbar podía proporcionar este calor, lo que explica por qué se colocaba alrededor del cuello de los niños pequeños. En cuanto a las Bodas de Ámbar, simbolizaban el 34º aniversario de bodas en la tradición francesa. A veces se decía que "el ámbar lleva memoria".